La fuga de agua en una vivienda o edificio puede ser un problema serio que requiere atención inmediata. Además de causar daños en la infraestructura, una fuga de agua puede llevar a un desperdicio de recursos y a un aumento en las facturas de agua. Es importante detectar y solucionar rápidamente cualquier fuga de agua para evitar mayores inconvenientes. Algunos signos de una posible fuga incluyen manchas de humedad en las paredes, la presencia de moho o el sonido constante de agua corriendo. Ante la sospecha de una fuga, es recomendable contactar a un fontanero profesional para realizar una inspección y reparar cualquier problema encontrado.